Las FSA, a veces denominadas acuerdos de gastos flexibles, son un acuerdo a través de su empleador que le permite pagar muchos gastos médicos de su bolsillo, como copagos, deducibles y algunas recetas, con dinero libre de impuestos.
Usted decide cuánto depositar en una FSA, hasta un límite de $3,200 al año por empleador. Si está casado, su cónyuge también puede depositar hasta $3,200 en una FSA de su empleador. Usted no paga impuestos por ese dinero. Si queda dinero a final de año, el empleador puede ofrecer una de estas dos opciones (no las dos):
- Usted tiene 2.5 meses más para gastar el dinero sobrante.
- Usted puede trasferir hasta $640 para gastarlos el año del plan siguiente.